No sólo es la mejor opción en comparación con una bolsa de plástico, sino que también destaca sobre otras fibras naturales en términos de producción ecológica. La materia prima es madera procedente de la tala de bosques primarios autorregenerados con certificación FSC® de Europa Central, por lo que no consume tierras de cultivo, pesticidas ni valiosos recursos hídricos. Las fibras Modal son fabricadas por la empresa austriaca Lenzing AG en un proceso neutro en emisiones de CO2 que respeta las normas medioambientales más estrictas. La bolsa es resistente al desgarro, lavable, reutilizable varias veces y compostable al final de su ciclo de vida. Un cordón de madera, también de haya con certificación FSC®, torneado en un taller artesanal, mantiene el bocadillo compacto y funciona como una forma inteligente de abrir y cerrar la bolsa. ¡La sostenibilidad en acción en las pequeñas y agradables cosas de la vida cotidiana!